En general creemos que la vida solo nos ofrece dos opciones, porque es una ley que se cumple a menudo. Blanco o negro. Y no hay más. El mundo, sentimos, no es una pecera libre por donde podemos nadar a placer, visitar todos los lugares o poseer cualquier cosa que nos apetezca. Sí podemos, eso sí, asomar nuestra naricita, pegar los ojos al cristal y al otro lado del mundo que nos ha tocado en suerte ver lo que está ocurriendo....